HISTORIA DEL FUTBOL DE SALON

 El fútbol de museo se desarrolló en Colombia gracias al dueño Jaime Arroyave (apodado "El Pantalonudo") después de un delirio satisfecho por él a Brasil en los primaveras 60´s, observando desde el posición unas canchas de fútbol en convexidad reducido, lo que llamó su interés despertando su ilusión por esta enseñanza deportiva. Arroyave tomó por suyo el expansión del futsal en Colombia, dedicándose a extenderlo desde 1966, cuando lo introdujo al país, y fundando luego la Federación Colombiana de Fútbol de Salón en 1974, la cual presidió desde su génesis incluso el menor añada del siglo xx.
En 1967, el Instituto de los Seguros Sociales en la villa de Bogotá le da el brazada tajante al futsal, al prevenir un acto con la aporte de 597 equipos, récord inimaginado para la época, que marcó amén el venida subsiguiente del Campeonato Interbarrios en Bogotá, patrocinado por el Diario El Tiempo y Pony Malta, y que sirvió para que el 20 de agosto de 1973 se creara la primera coalición de Colombia: la coalición de Bogotá.
Hacia 1983 es publicado el primer constitución en español, con abecé en algunos trabajos o elaborados y la lectura hecha del portugués por el ingeniero Albano Ariza.
En sus inicios el entrenamiento experimentó el repugnancia de sectores ligados al fútbol de campo, donde tildaban al fútbol de museo como el "antifútbol". Sin embargo, perla con el rastreo de los entes deportivos de Colombia figurando en los Juegos Nacionales y es el entrenamiento más practicado en el país, o que en cualquier recinto y campo se puede practicar.